Diplomacia Religiosa: Una definición evangélica de la diplomacia basada en la fe

Hacia una definición en el contexto de Oriente Medio

«Los recordamos constantemente delante de nuestro Dios y Padre a causa de
la obra realizada por su FE,
el trabajo motivado por su AMOR,
y la constancia sostenida por su ESPERANZA
en nuestro Señor Jesucristo.»

El Apóstol Pablo en 1 Tesalonicenses 1:3 NVI

La ex secretaria de Estado de los Estados Unidos y ex embajadora de la ONU, Madeleine Albright, seis años después de dejar el cargo, aludiendo a la diplomacia estadounidense de la era anterior que miraba a la religión como una realidad ajena a la cooperación internacional, llegó a argumentar que la política y los valores religiosos pueden trabajar juntos para promover la paz. Su profecía fue: “El futuro del planeta se basa en tomarse la religión en serio.” (“The Mighty and the Almighty: Reflections on America, God and World Affairs,” New York Harpers, 2006)

Este ensayo se propone mostrar la contribución seria que puede brindar la religión para la promoción de valores apreciados históricamente por la comunidad internacional. Como caso particular, busco llegar a una definición formal de qué es la «diplomacia basada en la fe» desde el punto de vista cristiano-evangélico que apoya al pueblo judío y al estado de Israel.

Los conceptos que expreso aquí corresponden a nuestra filosofía de servicio, primero como diplomático designado a la Oficina de Cooperación en Jerusalén de la Embajada de Honduras en Israel, y luego en mi actual rol como portavoz de la organización humanitaria Embajada Cristiana Internacional Jerusalén.

Hacia una definición desde la Diplomacia Cultural

La diplomacia cultural es un tipo de diplomacia pública que incluye el intercambio de ideas, información, arte, lenguaje y diversos aspectos de la cultura, entre las naciones y sus pueblos, para fomentar el entendimiento mutuo. Esta, precisamente, es la diplomacia en la que se sostiene la UNESCO.

Según Milton Cummings, “la Diplomacia Cultural consiste en el intercambio de ideas, información, valores, sistemas, tradiciones, creencias y otros aspectos de la cultura, con la intención de fomentar el entendimiento mutuo. El objetivo es fomentar la confianza y mantener una relación a largo plazo”. Si primero aceptamos que la religión es un conjunto de valores, tradiciones y creencias, asumiremos que la diplomacia religiosa sería una subdivisión de la diplomacia cultural.

En los últimos veinte años, en el contexto de Oriente Medio, la diplomacia religiosa ha escalado al nivel de la propia diplomacia cultural y se ha posicionado como una disciplina relevante junto con la diplomacia pública y la diplomacia ciudadana.

Hacia lo que apunta la Diplomacia Religiosa

Las relaciones basadas en la fe NO buscan lograr ganancias por astucia o por mera conveniencia.

Las relaciones basadas en la fe NO buscan condicionar los logros sobre la base del dogma ni del proselitismo.

Las relaciones basadas en la fe SI buscan la promoción de intereses, la satisfacción de necesidades y la consecución de mutuos beneficios sobre la base de valores compartidos y por la inspiración de ideales religiosos trascendentes.

Las relaciones basadas en la fe dan lugar a la diplomacia basada en la fe a la cual, como concepto no limitado propiamente a la fe, llamaré entonces aquí: “Diplomacia Religiosa”.

DEFINICIÓN GENERAL:
La «diplomacia religiosa» es una forma de relaciones internacionales que se basa en principios y valores religiosos para construir y fomentar la colaboración entre países, culturas y religiones. Considera que los valores compartidos pueden salvar las divisiones, generar confianza, fomentar el diálogo y el entendimiento mutuo, y llegar a acuerdos. Esta forma de diplomacia se basa en la idea de que la fe puede ser una fuerza para el bien y es competente para abordar cuestiones políticas y sociales. Promueve la justicia, la reconciliación entre las partes, el respeto mutuo y la solidaridad, con la paz como fin último.

Hacia una definición de «Diplomacia Religiosa» basada en principios y valores judeocristianos

Valores en Diplomacia

El “Sermón del Monte” se ha propuesto como manual de gobierno y convivencia ciudadana para modelar “la ética en el Reino de Dios”. En este “manual” identificamos como valores fundamentales la justicia (Mateo 5:6), el bienestar común (Lucas 12:30-31) y la paz (Marcos 9:50). Desde tiempos históricos, estos valores son de carácter común y son un objetivo reconocido de las relaciones internacionales.

Principios en Diplomacia

Para definir qué es, y de qué se ocupa, la diplomacia religiosa según la cosmovisión judeocristiana, propongo como ideales trascendentes o principios esenciales las tres virtudes teologales que el Apóstol Pablo establece como parangón de la madurez de las comunidades cristianas en el Nuevo Testamento: la fe, el amor y la esperanza.

Estas tres virtudes las considero fundamentales como filosofía de vida, no tan solo en lo personal y familiar, sino también para lo nacional e internacional:

La Esperanza es la posibilidad de coexistir con muchos. Es un concepto filosófico per sé. La esperanza la demuestro con constancia, persistencia, resiliencia.

El Amor es el compromiso sociopolítico que se sostiene con el lenguaje de acciones de cooperación. Es un concepto ético. El amor lo comunico con liberalidad, generosidad y honrando acuerdos.

La Fe es la consciencia plena de “quien soy”. Es un concepto ontológico. Mi fe la muestro con obras, actos, acciones.

La Diplomacia Religiosa

La diplomacia religiosa, basada en la sincera identidad de su FE, presenta propuestas para fortalecer la paz y la unidad entre las naciones u organizaciones cooperantes. Respeta los derechos, libertades y obligaciones para apoyar con AMOR el bienestar de los conciudadanos sin distinción de raza o religión. Busca con ESPERANZA una constante cooperación bilateral basada en promover la justicia.

Una definición evangélica propuesta por Miguel Muñoz Valeriano.

Validez y Relevancia de la Diplomacia Religiosa en Oriente Medio

El estado de Israel, y en particular el pueblo judío, se ve a sí mismo como “una luz para las naciones”. Este antiguo precepto bíblico aparece en el libro del profeta Isaías y ha contribuido a la filosofía del judaísmo: el “tikun olam”. Esta expresión filosófica, popular en el lenguaje cotidiano no solo de los religiosos, sino también de los políticos y académicos en Israel, alude a la idea de responsabilidad del “pueblo de Dios” de arreglar lo que está mal en el planeta.

Eretz Yisrael es la cuna de las tres grandes religiones monoteístas del mundo. El patriarca Abraham, considerado como “el padre” de estas religiones (judaísmo, cristianismo e islam), inspiró a sus descendientes a verse a sí mismos como “agentes de bendición”. La Torá hace que sea imperativo que el pueblo judío sea fuente de bendición para los pueblos que los respetan como etnia, nación y religión. La Torá dice: “Bendeciré a los que te bendigan.”

El estado de Israel garantiza y respeta la libertad de pensamiento, conciencia y religión. El judaísmo y el cristianismo ha seguido creciendo en Israel, pero los futurólogos predicen que para 2050 el Islam ya se habrá posicionado como la religión mayoritaria en todo el mundo.

En Israel, la nación del Tikun Olam aboga por el derecho a habitar en su tierra ancestral; y es desde donde el pueblo del Tikun Olam extiende su lucha contra el antisemitismo.

Diplomacia Religiosa en Acción Recíproca con Israel

Nuestras acciones diplomáticas deben coincidir con nuestras creencias cristianas. “Creí, por lo cual hablé” testificó el Apóstol Pablo a los corintios. Los cristianos también creemos, ¡por lo cual también hablamos en favor del pueblo de Dios!

“Los Acuerdos de Abraham” son un ejemplo tenaz de la influencia de la diplomacia religiosa. Son un ejemplo de la defensoría e incidencia de la iglesia estadounidense representada por cristianos sionistas que se posicionaron entre líderes de varios estados árabes y del único estado judío del mundo. El contenido político, económico y comercial de estos acuerdos apunta a magnitudes históricas en un contexto inimaginable, contemplado solo en las interpretaciones del relato bíblico.

Las naciones, por derecho internacional, buscan la reciprocidad en sus relaciones diplomáticas. Con dignidad, uno y el otro deben relacionarse sobre la base de valores compartidos y objetivos comunes, para realizar las ofertas y solicitudes que conformarán una cooperación bilateral «ganar-ganar» a largo plazo.

Israel ofrece su conocimiento para “reparar el mundo”, bendiciendo a quienes vienen a bendecirlos. Israel, en reciprocidad, pide medidas contra el antisemitismo y apoyo a sus iniciativas para reivindicar sus derechos como nación.

Desde la Knesset (el Parlamento Israelí), pasando por varios ministerios, y en la misma alcaldía de Jerusalén, se distinguen oficinas para el relacionamiento con Organizaciones Basadas en la Fe tanto locales como extranjeras. El Ministerio de Relaciones Exteriores realiza acciones a través de su Departamento de Relaciones con Religiones Mundiales. La Knesset permite a los parlamentarios organizar su incidencia a través de espacios como el Knesset Christian Allies Caucus que promueve el establecimiento de bancadas de aliados en los Parlamentos, Senados o Congresos de países amigos para la promulgación de legislación local con impacto internacional pro-Israel; o como el Jerusalem Prayer Breakfast que organiza eventos religioso-sionistas en Jerusalén y desde aquí se replican anualmente en Europa, África y América.

Un número considerable de ferias, foros e intercambios académicos, científicos, tecnológicos y comerciales tienen lugar anualmente en Israel. En estos contextos, los evangélicos han sido vistos como “los mejores amigos de Israel” por su inclinación a apoyar las causas que Israel plantea como sus peticiones de reciprocidad para Tikun Olam. Muchos de los que visitan Israel atraídos por el turismo religioso regresan a participar en el comercio y la inversión. Este es el caso, por ejemplo, de la “Alianza para Reforzar la Seguridad y Economía de Israel” que ha desarrollado en Israel un foro económico latinoamericano con empresarios cristianos.

Exposición de la conferencia magistral «Una Definición de Diplomacia Religiosa, El Caso de los Judíos en Honduras y la Historia de las Relaciones Diplomáticas con Israel», para la clase del Profesor Jonathan Grossman «Israel, América Latina y la Diáspora Judía» en la Facultad de Relaciones Internacionales, Universidad Hebrea de Jerusalén.
La Embajada Cristiana Internacional Jerusalén

La Embajada Cristiana Internacional Jerusalén se estableció en 1980 para reconocer el significado bíblico de todo Jerusalén y su conexión única con el pueblo judío. Hoy representa a millones de cristianos, iglesias y denominaciones ante la nación y el pueblo de Israel. Reconoce en la restauración del Estado de Israel la fidelidad de Dios para guardar Su antiguo pacto con el pueblo judío. Sus principales objetivos son respaldar a Israel en apoyo y amistad, equipar y enseñar a la iglesia mundial sobre la verdad y los propósitos de Dios con Israel, y promover la justicia siendo una influencia reconciliadora entre judíos, cristianos y árabes.

La Bendición

Ya sean políticas, culturales, comerciales o diplomáticas, las relaciones basadas en la fe, el amor y la esperanza nos guían para construir y desarrollar nuevas realidades de justicia, bienestar y paz.

Las relaciones basadas en la fe, el amor y la esperanza, tal cual es la diplomacia religiosa que hemos definido, son una llave que abre puertas a cada pueblo y nación para que la cooperación de parte de Israel sea de bendición a “todas las familias de la tierra”.

Este ensayo se presentó inicialmente a la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional de la República de Honduras en el marco del Diplomado de Fortalecimiento Institucional de su Academia Diplomática. Posteriormente, se presentó en conferencia virtual a las Direcciones de Cooperación Internacional de las diferentes Secretarías de Estado del Gobierno de Honduras. También se ofreció como conferencia magistral en la Universidad Hebrea de Jerusalén; como seminario grabado para la Fiesta de los Tabernáculos de la Embajada Cristiana Internacional Jerusalén, y más recientemente se presentó en el 2º Congreso del Fondo Nacional Judío KKL para Líderes Cristianos de Latinoamérica y en la Cumbre Latinoamericana sobre Israel de la Israel Allies Foundation y del Movimiento de Combate al Antisemitismo.

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