Vivamos bajo el cuidado del Dios altísimo; pasemos la noche bajo la protección del Dios todopoderoso. Él es nuestro refugio, el Dios que nos da fuerzas, ¡el Dios en quien confiamos! Sólo él puede librarnos de los peligros ocultos y de enfermedades mortales; sólo bajo su protección podemos vivir tranquilos, pues nunca deja de cuidarnos.
Pedimos por sabiduría en este período final de reflexión, pues como cristianos creemos que nuestro Dios Todopoderoso puede protegernos, y que como ciudadanos responsablemente debemos elegir a nuestros futuros gobernantes en un ambiente de libertad, respeto y paz.
Salmo 91:14-16
Dios dice: «Mi pueblo me ama y me conoce; por eso yo lo pondré a salvo. Cuando me llame, le responderé y estaré con él en su angustia; lo libraré y lo llenaré de honores, le daré muchos años de vida, y lo haré gozar de mi salvación».
Pedimos que Honduras, país que Dios no ha olvidado, goce de la salvación que solamente el Evangelio de Jesucristo trae para transformar a los individuos, a las estructuras, y a los sistemas.
Soy Miguel Muñoz Valeriano, teólogo, life coach y educador judeocristiano en Cultura y Liderazgo. A lo largo de mi trayectoria —como relacionista, académico, diplomático y servidor humanitario— he tenido el privilegio de promover los valores del Reino de Dios expresados en el Sermón del Monte: justicia, paz y bienestar social. Tras cinco años de servicio en Israel, hoy me dedico a formar líderes íntegros, con una cosmovisión bíblica firme y una vocación clara de servicio a su nación. Ahora impulso procesos de mentoría, formación y consultoría estratégica, orientados a fortalecer la cultura del Reino en los ámbitos familiar, educativo y cívico. Creo en el poder transformador de la verdad, la disciplina y la compasión guiada por convicción. Mi llamado es contribuir al surgimiento de una generación de hombres y mujeres que lideren con carácter, sabiduría y propósito.
Me dirijo a ustedes como alguien que valora la paz y la tolerancia. A lo largo de mi vida, he abrazado la idea de que la paz no solo es un estado que se busca, sino también un regalo que se puede recibir y compartir.