7ª Condición: Seguir decididamente a Jesucristo.
“Entonces Jesús dijo a sus discípulos:
Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo,
tome su cruz
Y SÍGAME.”
Mateo 16:24
¿Cuál fue la principal característica de la vida del Señor Jesucristo? Fue una vida de obediencia a la voluntad de Dios. Fue una vida llena de celo, mansedumbre, bondad, fidelidad y devoción. Los seguidores de Jesucristo debemos mostrar el fruto de nuestra semejanza con Él. Afirmar que “yo soy un discípulo de Jesucristo” debería acompañarse de una auto-evaluación con respecto a cómo Él anduvo (1 Jn 2:6).
En 1 Juan observamos lo que prueba la autenticidad de nuestra relación con Cristo:
- 2:3-6 La meta de un discípulo es conocer muy bien a su maestro. La prueba de que lo ha logrado es cuánto le obedece e imita.
- 3:21-22 Lo que pidamos lo recibimos de Él, como resultado de hacer lo que le agrada. Esto reafirma la seguridad de que Dios honra a los discípulos fieles.
- 3:24 Guardando sus mandamientos evidenciamos nuestra permanencia en Él.
5:3 Amar a Dios consiste en guardar sus mandamientos.
Si vamos en pos de Cristo:
- Él nos hará pescadores de hombres. (Mt. 4:19, Mr. 1:17)
- Seremos dignos de Él. (Mt. 10:38)
- Seremos Sus discípulos. (Lc. 14:27)
Un seguidor de Jesucristo ha de tener mucho que modelar: paz, seguridad, paciencia, compasión, alegría, satisfacción… ¿Por qué muchas veces no reflejamos esas virtudes, si se supone que Cristo las está forjando en cada uno de sus discípulos? ¿Qué tres cosas prácticas y evidentes podemos o debemos hacer para que nuestros familiares y amigos consideren que vale la pena seguir a Jesús?