Su título lo dice todo. “El Cantar de los Cantares” es una excelentísima serenata de seducción, la mejor entre los miles de escritos del sabio Rey Salomón. Tal como se lo proponen los autores de los libros bíblicos de sabiduría, esta obra investiga la vida que Dios nos ha dado en el contexto de su orden natural y moral: “El Cantar de los Cantares”, escrito aproximadamente en el año 950 a.C., nos enseña sobre la pureza del amor romántico y erótico en el matrimonio.
El amor puro y santo se usa en la Biblia como una ilustración del amor de Dios para con Su pueblo. Un buen ejemplo es Efesios 5:22-33. Pero darle una interpretación simbólica al libro de Cantares, espiritualizando su contenido y anulando con ello el propósito original del libro, no solamente es equivocado, sino injusto. La evidencia muestra que el propósito del libro es investigar y celebrar el amor misterioso y alegre en el matrimonio. Su temática incluye el romance y el erotismo de una pareja de esposos, de la misma manera benéfica y sana que se trata en otras partes de la Biblia (Génesis 1:28 y 2:23-25, Proverbios 5:15-20, 1 Corintios 7:3-5, Hebreos 13:4).
Dios le dio a Salomón sabiduría, inteligencia y gran capacidad para comprenderlo todo. Fue más sabio que todos los sabios de Mesopotamia y Egipto. Por ejemplo, fue más sabio que Etán, el de Zérah, y que los músicos Hemán, Calcol y Dardá. Era famoso en todas las regiones de alrededor. Escribió tres mil proverbios y mil cinco poemas. Habló acerca de los árboles, desde el cedro que crece en el Líbano hasta la hierba que crece en las paredes. También habló acerca de los animales, los pájaros, los reptiles y los peces. De todos los países de la tierra venían a escuchar lo sabio que era Salomón.
(1 Reyes 4:29-34 – Traducción en Lenguaje Actual)
La suspicacia para aceptar este libro como bíblico y “santo”, a causa de los pecados conocidos de Salomón, puede ser solucionada cuando reconocemos que, así como el pecador Rey David, por gracia de Dios y bajo la inspiración del Espíritu Santo pudo escribir bellezas en los Salmos, así Salomón pudo haber escrito este libro. Además, hace sentido que este libro fue escrito antes de los matrimonios políticos de Salomón; así como hace sentido que lo haya escrito cuando Salomón se dio cuenta de la “vanidad de vanidades” de todos los hechos por él descritos en el libro de Eclesiastés. La sabiduría que Dios otorgó a Salomón es la que debiera, por lo tanto, hacernos reconocer que también en el tema del erotismo, El Sabio es “toda una autoridad en la materia”.
En Cantares, los personajes principales son una pareja representativa de novios, quizás el mismo Rey Salomón y la Sulamita; y un coro de amigos que aparecen abrupta y ocasionalmente. El contenido temático del libro es fácil de identificar, no así la estructura exacta del mismo. Me atrevo a proponer que hasta el Capítulo 3:5 se describe el período de cortejo previo al matrimonio. El resto del Capítulo III es un canto descriptivo de la Boda. Desde 4:1 hasta 5:1 el canto se refiere a «la primera vez”. De ahí en adelante, los cantos representan el crecimiento y maduración del amor en el matrimonio.
Indagando e investigando en Cantares, observamos que la sinceridad y la receptividad dan vitalidad a la entrega mutua de la pareja. La relación requiere comunicación fluida desde el principio, y que se sostenga fluida con el paso del tiempo. Una comunicación con esas características se convierte en el lubricante primordial en la vida sexual satisfactoria a través de los años, de los muchos años.
Desafío al lector a leer en voz alta “El Cantar de los Cantares” y descubrir que el amor romántico y erótico fue diseñado por Dios como Cincuenta Formas de celebración y consuelo para toda la vida matrimonial.