«No se cansen de hacer el bien.» Así me decía mi madre y mi abuela, como también en el equipo y en la escuela.
Un desmotivador para no querer hacer el bien, es que mi aporte se valore como que es muy poca cosa. ¿Y la expresión «aportar un granito de arena» donde queda entonces?
El poco bien que hago resulta ser mucho cuando lo hago con dignidad, con propósito y con nobleza.
La forma que Dios me ha enseñado para no cansarme de hacer el bien es entender de que no se trata de lo que otros pueden hacer por me, sino que es lo que yo puedo hacer por los demás.
Cuando comprendemos que la vida no se trata de nosotros mismos entonces comenzamos a vivir para Dios y los propósitos de El para nuestras vidas, entonces lo que hacemos ya sea que lo noten o no lo hacemos para gloria y honra de Dios. El si ve todo lo que hacemos. Que nuestra motivación sea el agrado y complacencia de nuestro Padre celestial y no la aprobación de los hombres.
¡Qué bien! Sin duda hacerlo así es nos da más y más fuerzas. ¡Gracias Jonathan!
Miguel, excelente mensaje nos motiva a todas las que creemos que debemos siempre hacer el bien, no importando las circunstancias.. Se escuchó muy bien! Pero sugiero que use video por FB.. Slds
Me gusta mucho eso de «no importando las circunstancias». ¡Ánimo Lucy! (Gracias también por la sugerencia)