Gloria demos al Padre
por sus grandes bendiciones,
no dejemos que se nos consagre
pues de Él son las acciones.Acciones de paz y alegrías
que a todos nos hacen bien,
a partir de hoy todos los días
gracias démosle de cien en cien.Él nos perdona al amarnos
y nos libra de enfermedades,
Su Hijo vendrá a llevarnos
y a Él alabarán las ciudades.Del mal siempre nos salva
y nos guía por buen camino,
entreguémosle todos el alma
y seamos un buen peregrino.Peregrino que grita y canta
a Dios alabanzas sinceras,
que aunque no esté en Tierra Santa
predica con palabras verdaderas.
Escrito el Día de Acción de Gracias, en 1979.
Es curioso, pero este poema lo escribí cuando «estudiaba» la fe cristiana, sin profesarla.
(Comparar con Salmos 116)